Actualmente, los parques infantiles son los lugares de recreo más divertidos para los niños. El equipamiento de parques infantiles cuenta con una serie de atracciones que, además de cumplir estrictamente con las normas de seguridad que establece la normativa reglamentaria, se adaptan perfectamente a las necesidades de los más pequeños. Elementos como torres, balancines, columpios infantiles o toboganes son recreativos que, afortunadamente, los ayuntamientos contratan cada vez con más frecuencia para que estas atracciones infantiles estén siempre presentes en cada pueblo y ciudad.

Los juegos al aire libre desarrollan la creatividad de los niños, además de fortalecer su seguridad. Los más pequeños exploran, se mueven y comienzan a conocer más de cerca el mundo que les rodea. Además, socializan con otros niños, lo que aumenta su autoestima y ayuda al desarrollo del comportamiento. Los parques infantiles y sus juegos favorecen la conexión de unos con otros y generan compañerismo.

El contacto con la naturaleza, el aire fresco y la luz solar, entre otros factores, ayuda a los niños a relacionarse y a descubrir lo mejor de ellos mismos, así como a desarrollar habilidades hasta entonces desconocidas. La actividad y el juego en los parques infantiles y el hecho de que el niño tome contacto con el exterior puede reducir considerablemente las tasas de obesidad infantil. Según el Departamento de Salud y Servicios de EE. UU., jugar al aire libre durante la niñez lleva a ser un adulto más saludable. El juego y la actividad en el exterior evitan en la madurez desarrollar enfermedades como la hipertensión, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.

Los diferentes juegos para parques infantiles como columpios, balancines, toboganes o castillos, entre otros, ayudan a estimular el desarrollo físico y emocional de los más pequeños. La actividad en el exterior permite ver el mundo desde otra perspectiva y, sin duda, hace que los pequeños de la casa crezcan felices, sanos y fuertes.

 

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