Ya no es tan inusual que mientras paseamos por la calle divisemos algún elemento deportivo en plazas o parques infantiles. Los elementos deportivos de exterior urbanos están cada vez y por suerte más integrada en nuestros municipios empezando a formar parte poco a poco del mobiliario urbano.

Hasta hace unos años la única forma de poder jugar una partida en una mesa de ping pong era acercarse a una sala de juegos y pagar por ello, o bien estar asociados a algún polideportivo que contase con estas instalaciones, pero el buen trabajo de los fabricantes convertidos en productos de equipamiento deportivo para exterior antivandalicos duraderos y con una larga vida, junto con la demanda de usuarios, y federaciones de ping-pong del país, se está consiguiendo que se instalen ya entre nosotros.

El bajar al parque y encontrarte a dos jóvenes jugando una partida en una mesa de ping pong antivandalica, es algo que gusta, y gusta a cualquiera que se encuentre con este pequeño espectáculo. Esta disciplina olímpica llevada a nuestros barrios es algo realmente positivo para todos aquellos jóvenes, niños incluidos, que buscan algo para hacer y no lo encuentran a no ser que tengan que pagar. El ping pong urbano es uno de los deportes más saludables para la mente, ya que perfecciona los movimientos físicos mientras se practican los toques, además de ser uno de los pocos deportes que ejercitan la concentración a niveles máximos. Estas mesas están fabricadas con materiales totalmente anti vandálicos y anti grafitis, los tableros son indeformables ya que tienen el interior o el alma de acero y la parte exterior está protegida por un recubrimiento de poliéster con núcleo de poliuretano con un grosor total de 55mm y una resistencia superior a la necesaria para el juego. La parte superior se compone de una aplicación de gel-coast con propiedades anti grafiti y antivandalicas, ya que el mayor enemigo de estos elementos deportivos de exterior no es ni el tiempo, ni el uso ni nada parecido, el enemigo número uno es el vandalismo urbano y los grafitis. 

Estos últimos son fáciles de quitar con productos antigrafitis líquidos y un paño, ya que el acabado de gelcoast no permite que la pintura de los grafitis penetre en el producto y a su vez también ejerce de anti vandálico por su resistencia a los golpes mal intencionados de quien quiere dañar lo ajeno. Este buen invento de convertir elementos en antivandalicos y colocarlos en nuestras plazas y parques infantiles, junto con la buena disposición de los consistorios y su aportación económica, hacen que cada vez sea menos complicado de disfrutar en nuestro tiempo libre de un deporte olímpico sin tener que pagar por ello.